Se veía venir que iba a pasar algo. En febrero los trabajadores de Metrovías plebiscitamos mayoritariamente nuestra separación de la Unión Tranviarios Automotor y la creación de nuestro propio gremio. Hace poco más de dos semanas elegimos con alta participación al nuevo cuerpo de delegados de ese gremio. En respuesta, Metrovías creyó que podía desconocer a estos nuevos representantes, al amparo de los "deletruchos" surgidos en la paupérrima elección de UTA de diciembre pasado. En este marco, implementó una campaña de silencio hacia los nuevos delegados legítimos y montó una serie de provocaciones creando conflictos artificiales. Era cuestión de tiempo. Los "cráneos" de la empresa decidieron que iban a ignorar lo decidido por la mayoría de los trabajadores y probaron con pretender suspender nada menos que a uno de los delegados electos. Tal vez pensaron que al hacerlo en la Línea H, la línea que le habían dado a UTA para que jugara a su antojo, la cosa iba a pasar de largo y podía posibilitar un mensaje intimidatorio al resto de los representantes elegidos, muchos de ellos compañeros que hacen su primera experiencia. Así, en la tarde de hoy le negaron el servicio a un delegado de tráfico de la H, que desconociendo la arbitraria medida se dispuso a mantenerse en su puesto de trabajo. Al querer desalojarlo con la policía, Metrovías desató el conflicto que tiene la característica histórica de ser el primero que se lleva adelante por la Asociación Gremial de Trabajadores de Subterráneo y Premetro.Escalonadamente la solidaridad del resto de las líneas no se hizo esperar y en pocos minutos todas estaban de paro. Ante tan contudente reacción Metrovías tuvo que volver atrás con la sanción ilegítima y articular con los representantes del nuevo sindicato el levantamiento de la medida, quedando claro una vez más cuál es la verdadera representación en el ámbito del subterráneo. Sea esta la piedra fundamental de una nueva construcción de la que todos tenemos que participar.
Se veía venir que iba a pasar algo. En febrero los trabajadores de Metrovías plebiscitamos mayoritariamente nuestra separación de la Unión Tranviarios Automotor y la creación de nuestro propio gremio. Hace poco más de dos semanas elegimos con alta participación al nuevo cuerpo de delegados de ese gremio. En respuesta, Metrovías creyó que podía desconocer a estos nuevos representantes, al amparo de los "deletruchos" surgidos en la paupérrima elección de UTA de diciembre pasado. En este marco, implementó una campaña de silencio hacia los nuevos delegados legítimos y montó una serie de provocaciones creando conflictos artificiales. Era cuestión de tiempo. Los "cráneos" de la empresa decidieron que iban a ignorar lo decidido por la mayoría de los trabajadores y probaron con pretender suspender nada menos que a uno de los delegados electos. Tal vez pensaron que al hacerlo en la Línea H, la línea que le habían dado a UTA para que jugara a su antojo, la cosa iba a pasar de largo y podía posibilitar un mensaje intimidatorio al resto de los representantes elegidos, muchos de ellos compañeros que hacen su primera experiencia. Así, en la tarde de hoy le negaron el servicio a un delegado de tráfico de la H, que desconociendo la arbitraria medida se dispuso a mantenerse en su puesto de trabajo. Al querer desalojarlo con la policía, Metrovías desató el conflicto que tiene la característica histórica de ser el primero que se lleva adelante por la Asociación Gremial de Trabajadores de Subterráneo y Premetro.Escalonadamente la solidaridad del resto de las líneas no se hizo esperar y en pocos minutos todas estaban de paro. Ante tan contudente reacción Metrovías tuvo que volver atrás con la sanción ilegítima y articular con los representantes del nuevo sindicato el levantamiento de la medida, quedando claro una vez más cuál es la verdadera representación en el ámbito del subterráneo. Sea esta la piedra fundamental de una nueva construcción de la que todos tenemos que participar.
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