El pasado 11 de septiembre tuvo lugar el cierre del concurso para el ascenso a boletería de tres auxiliares de estación de la Línea D. La novedad en esta ocasión consistió en que junto a la convocatoria de la "búsqueda interna", Metrovías publicó la "MATRIZ DE FACTORES DE EVALUACIÓN". Esto es, el sistema de puntaje que se aplicará para la selección, sobre una base de 100 puntos, 80 de los cuales se refieren a situaciones "objetivas" (antigüedad en la empresa, antigüedad en el puesto, educación, antecedentes disciplinarios, presentismo, puntualidad y accidentes laborales) y sólo 20 puntos corresponden a cuestiones "subjetivas" (orientación al pasajero, cumplimiento de normas, desempeño en la tarea, actitud laboral: estos ítems suman o no cinco puntos cada uno). A priori, esto significaría un avance en la transparencia de estos concursos que históricamente estuvieron teñidos de suspicacias de favoritismo de diversa índole. Sin embargo, a través de "Radio Pasillo" (que todavía no ha sido regulada por la Ley de Medios K) ya suenan los nombres de tres candidatos que serían "número puesto" para los ascensos, todos ellos asociados a la inefable UTA... the same old "Games" again... película vieja que ya vimos. Una de ellos... en fin... tal vez cumpla con los diversos requisitos de antigüedad y demás... en haras de la convivencia podría estar en carrera legítimamente. Pero, los otros dos apellidos que han trascendido vendrían muy atrás en cuanto a la antigüedad en la empresa y en el puesto. Uno en particular es un caso paradigmático, que ha acuñado frases tan populares como "Vení que yo te libero" o "Yo los viernes no vengo nunca", a caballo de un supuesto "padrinazgo". De producirse este ascenso, la empresa deberá poner en práctica una nueva "Matriz de factores bla bla bla..." que especifique cuántos puntos suma el presentarse ebrio a trabajar, cuántos puntos añaden las ausencias por viajes a Mar del Plata, cuántos puntos significan los abandonos de trabajo por concurrencia a diversos actos convocados por el gremio, etc. Claro que estos son RUMORES. Desde aquí esperamos fervientemente que no sean más que eso y la tan mentada transparencia se dé en la práctica.
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